Diagnóstico sindrómico
- Criterio A: Para el diagnóstico de esquizofrenia se requiere la presencia de dos ó más de los síntomas siguientes, durante un periodo mayor a un mes (o menos, en caso de tratamiento efectivo):
- Ideas delirantes.
- Alucinaciones.
- Lenguaje desorganizado o incoherente.
- Conductas catatónicas ó gravemente desorganizadas.
- Síntomas negativos: aplanamiento afectivo, alogia, abulia,...
- Criterio B: Disfunción socio-laboral. Se refiere al deterioro en las relaciones interpersonales, y en general, en la actividad social y laboral, que aparece como consecuencia de la irrupción de la enfermedad.
- Otros criterios complementarios definen la duración de los síntomas; proponen la exclusión del consumo de sustancias y/ó enfermedades médicas que expliquen la aparición del cuadro (siempre se recomienda descartar la psicosis inducida por consumo de drogas u otras causas orgánicas como parte de la evaluación diagnóstica inicial del paciente); y también inciden en aspectos del diagnóstico diferencial (Trastorno Esquizoafectivo; Trastorno Delirante crónico; Trastorno Esquizotípico de la personalidad;...).
- Mayor interés, desde el punto de vista terapéutico, tiene a nuestro juicio resaltar, frente a la clásica subdivisión de la esquizofrenia en cuanto a su modo de presentación (tipo paranoide, catatónica, hebefrénica, simple), la vigente distinción más sencilla y que parece tener una estabilidad temporal en la evolución de la enfermedad:
- Esquizofrenia con predominio de síntomas positivos. Se caracteriza por la presencia de alucinaciones, delirios, etc. (síntomas positivos ó productivos). El inicio es generalmente brusco o agudo, no hay un gran deterioro cognitivo, y responde bien al tratamiento con los antipsicóticos. Queda preservado en gran medida el funcionamiento social.
- Esquizofrenia con predominio de síntomas negativos. Menor incidencia de delirios y alucinaciones, a la vez que mayor presencia de síntomas negativos, como son la apatía o la abulia. El comienzo del trastorno suele ser lento e insidioso, con tendencia al deterioro y hacia la cronicidad. La respuesta a los antipsicóticos es pobre.